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  • pontegea

La trampa cognitiva de los social media


Primero detectan tus preferencias, preocupaciones y odios, luego te agrupan, a continuación, te polarizan entre tu enemigo y tu amigo. Así se construye la trampa cognitiva de los “social media” reflejado en sus distintos algoritmos y nuestras lógicas reacciones. No hace falta mucho estudiarlos para entenderlos. Solo hace falta estar atentos a nuestro comportamiento y cuentas en cada ecosistema social.


Lo que hacen no es nada nuevo. Siempre ha existido. El ser humano como mamífero superior actúa en forma gregaria, pertenece a una manada, tiene su escala alimenticia y su jerarquía de poder, solo que con más capas y redes cognitivas y emocionales gracias a la dinámica bioquímica de un cerebro muy potente. Todo este tiempo hemos actuados como manada y sabemos identificar a nuestros enemigos y peligros. Llene de significados o lenguaje esta dinámica y tenemos a la humanidad en acción.


Lo llamativo de los social media es la velocidad. No deja tiempo a reaccionar a nuestro sistema cognitivo 2 y el 1 entra en de lleno en los heurísticos y sesgos. Normal que así sea pues en cierta forma apoyar lo que nos gusta y lanzar un insulto o una queja ante lo que nos aburre u odiamos nos genera placer. Por eso los gatitos o caninos o cualquier animalito es un imán para reacciones positivas pues no resultan un peligro inminente. No así nuestros colegas homínidos. A esos le damos con todo y nos posicionamos en nuestras respectivas trincheras.


La velocidad es la clave. La falta de educación para saber contar hasta 10 antes de dar click a cualquier opción, es la falla principal.


A efectos de sociedad y los derechos humanos, los social media se han convertido en la herramienta perfecta para volver más torpe emocional y cognitivamente, si cabe, a las masas humanas. Lo que antes hacía la radio, el cine o la TV y mucho más atrás los cantores y el teatro, las redes sociales con sus fakes y deepfakes, lo hace a una velocidad que no deja tiempo a los sabios responder y aclarar cosas y contextos. Los social media y su manipulación bien articulada desde diversos frentes de poder están arrasando con los espacios intersubjetivos propicios para los derechos fundamentales del hombre. Nos radicalizamos, nos odiamos más, nos entendemos menos. Los líderes que ven la división y el camino totalitario como principal veta para su dominio y poder han demostrado su habilidad con esta herramienta. Los que queremos vivir en libertad y tolerancia estamos en continuo riesgo.


Por eso es clave la educación de los niños en estas lides. Hacerles llegar formas que le permitan evadir la manipulación. Hay ya iniciativas en camino, pero la masificación de esta enseñanza para niños y adulto es vital si se quieren preservar los rasgos positivos de la humanidad una vez más. Que no caiga el mundo de nuevo en la primera mitad del siglo XX (tiempo de aparición de la radio, cine, prensa masiva y TV casi al tiempo), así sin más.

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