top of page

Cada vez más cerca de la verdadera independencia energética

  • pontegea
  • 22 feb 2015
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 8 mar 2023

Llegar a casa y no encontrar una factura de tu compañía eléctrica sería verdaderamente placentero.


No tener el remordimiento de que con tu pago mensual de electricidad o de combustible indirectamente estás financiando bucles de corrupción y maldad en Oriente Medio, Rusia, Magreb o el Caribe podría ser realmente satisfactorio.


No sentir temor por los efectos del fracking sobre los acuíferos o no asustarte cada vez que escuchas de algún incidente con una planta nuclear.


Todo eso está cada vez más cerca.


La verdadera revolución energética no depende de la aparición de una fuente milagrosa en el ámbito de la oferta de materias primas sino en la gestión del consumo.


La conjunción de potentes baterías de almacenamientos, micro-generación renovable y smart grids se están constituyendo en el avance más notable no solo en el sector eléctrico sino de allí a medio plazo en el automotor.


Los recientes anuncios de Teslas pero también los avances notables en otras áreas en EEUU y el norte de Europa indican que es posible que pronto veamos la idea de un fuerte dispositivo de almacenamiento doméstico que permita dar soporte a los valles de generación micro-renovable en nuestros hogares pero también prescindir del consumo eléctrico a partir de la red centralizada por un buen tiempo.


El paradigma de generación, transmisión y distribución de electricidad creado en el siglo XIX y consolidado en el XX dio al traste con el existente de generación de energía descentralizada ganando más eficiencia energética. Antes, nuestros tatarabuelos generaban su propia energía para calentarse o iluminarse, eso sí con grandes índices de pobreza e ineficiencia energética por no hablar de la sostenibilidad ante una población creciente.


La aparición de la electricidad centralizada, los motores de combustión interna y su expansión industrial llevó a lo que hoy en día conocemos.


Una central eléctrica, lejana por lo general o fuera de nuestra vista, compra grandes cantidades de materia prima (derivados de petróleo, gas natural o carbón) o almacena un recurso hídrico valioso (el primer sistema masivo de almacenamiento energético) para luego convertirla en electricidad. Esa electricidad se transporta en ocasiones a grandes distancias y luego se distribuye hasta llegar a nuestros hogares. La industria eléctrica como bien público suele estar conformada en oligopolios y en no pocos casos en monopolios con todas las ineficiencias económicas del caso.


Como verán es un sistema centralizado. Unos pocos dispositivos generadores distribuyen a grandes cantidades de usuarios. La economía de escala hace su trabajo.


Luego aparecieron las renovables ceñidas al mismo paradigma pero prescindiendo de los hidrocarburos al menos en la parte de generación (que no en su fabricación). Las renovables como la eólica, fotovoltaica, biomasa, entre otras, tienen en su contra la intermitencia de su flujo generador. Para ello, siempre se usan como soporte plantas termoeléctricas o de ciclo combinado para cuando el viento, el sol o los ciclos hídricos hagan una mala jugada. Baja la generación renovable y entra en acción una de estas plantas. ¿La ventaja? Seguridad energética. Se diversifica y amplia el espectro de generación sin tener que depender de un puñado de plantas o una materia prima en específico.


No obstante, este sistema centralizado sigue sufriendo de ineficiencias y un coste elevado.


Lentamente la innovación tecnológica energética ha ido dando fuertes avances en el sector de gestión de consumo y no solo está fortaleciendo la capacidad del usuario de informarse sobre que está consumiendo sino también en la de administrar la energía que el mismo produce (prosumers). Ya ocurre en zonas aisladas que no están conectadas a los sistemas centrales de generación y está comenzando ocurrir en California o Alemania donde lentamente la tecnología de gestión de consumo y almacenamiento le está permitiendo a un solo usuario, sea empresa u hogar, producir su propia energía y almacenarla con precisión para así no depender del sistema central.


Cosas de la vida, volvemos aunque en otra escala de mayor eficiencia y sostenibilidad a los tiempos de nuestros tatarabuelos y eso no es mala noticia.


En otras palabras, podremos generar nuestra propia energía a través de micro-generadores eólicos o solares, almacenarla para cuando falle la radiación o el viento y si sobra compartirla con nuestro vecino e incluso verterla en un sistema híbrido automotor o venderla al sistema central.


¿Cuándo ocurrirá eso?


Estimamos que dentro de poco tiempo: 10 años. Ya de hecho está ocurriendo pero se requiere de un mayor avance para bajar el coste de los sistemas de almacenamiento, algo que es perfectamente factible y sobre todo hacerla accesible al común de la gente.


Ciertamente habrá resistencia de los gobiernos y empresas eléctricas para que esto ocurra, sobre todo en aquellos que entienden el acceso a la energía como una herramienta de poder y desde luego tributaria, pero la revolución tecnológica será tan fuerte que tendrán que ceder ante la petición de los usuarios que progresivamente se irán desenganchando de la red central y se quedarán con sus propios generadores.


Las empresas eléctricas en este caso comenzarán a convertirse más en empresas de servicios a domicilio de productos innovadores y muchas de ellas tendrán que mutar de generadoras a empresas de infraestructura para adaptarse a los nuevos tiempos.


Cada edificio, cada casa, cada factoría, cada vehículo será independiente de un sistema centralizado que le compra gas o petróleo a gobiernos autoritarios financistas de terroristas, por ejemplo, o que se enreda en sus propios intereses oligopólicos influyendo incluso en los procesos de toma de decisiones que deberían ser democráticos.


No es una quimera. Ya los primeros avances están aquí y salvo que el Sol tenga una erupción y genere una tormenta de radiación que afecte los circuitos eléctricos, la seguridad energética está garantizada.

Comentarios


Otros artículos

Sede

Madrid

España

Llamanos

+34 912 13 66 49

© 2023 by Business Solutios. Proudly created with Wix.com

  • X
bottom of page